Por Marco Antonio Meza-Flores
Teólogo y Psicoterapeuta
Las últimas semanas han sido interesantes en los sucesos nacionales, primero llegó la idea de la “atletas de México”. Una serie de insultos que llegaron a los participantes de los juegos olímpicos, que por flojos, que por gordos, que por no ser buenos elementos para haber ido a las olimpiadas y otras cosas que circularon por las redes sociales. Yo me pregunto ¿cuántas de las personas que señalaron a los deportistas practican un deporte, cuántas viven de eso, o lo que posiblemente es peor, cuántas de esas personas han realizado su sueño? Muchos de los deportistas logran uno de sus sueños: “ir a las olimpiadas”; y créanme, no fueron a hacer el ridículo, fueron a entregar el alma, pero los otros participantes también lo hicieron. Pierre de Coubertin dijo: “Lo importante de los juegos olímpicos no es ganar, sino participar. Lo importante de la vida no es el triunfo, sino el esfuerzo”. Para quienes no sepan quién es Pierre, es el fundador de los juegos olímpicos de 1896, sabía de qué hablaba.
Después vino la noticia que el presidente Enrique Peña Nieto (EPN) plagió su tesis de Licenciatura y mucha gente se le vino encima, lo interesante aquí es que podría asegurar que muchos de los que lo criticaron ni un ensayo saben hacer, mucho menos una tesis. Aclaro que no por eso quitó el dedo del renglón que eso no está bien. ¡Ah! Yo si me titulé por tesis (en la Lic. en teología y en la maestría en USA en psicología clínica, en la Lic. en Psicología en México sigo peleando el asunto, por eso no me he titulado en México). Lo que quiero señalar es que muchas personas sólo quieren criticar aquello que no hacen ellos, es más, muchos critican al presidente de “tranza”, pero ellos hacen lo mismo.
¿Cuántos de nosotros hemos revisado nuestro interior, cuántos hacemos lo que nos gusta, cuántos hacemos el esfuerzo para alcanzar nuestros sueños? Pocos, diría yo.
México es un país con “raza cósmica” dijera Vasconcelos, pero qué tanto ha tomado las riendas de esa raza, muchos sólo señalamos aquello que no nos gusta, creemos que podríamos dirigir mejor el equipo de fútbol que tanto amamos, pero no sabemos ni jugar fútbol, creemos que podemos decir “maldito gobierno corrupto” y seguimos pagando un “moche” cuando nos pasamos un alto, o al “profe” para que nos pase la materia.
Hablamos de “ser honestos”, no como EPN. Sin embargo, no somos a veces honestos con nosotros mismos, vamos a un trabajo que no queremos, estamos con las personas que no nos gustan, y todavía sonreímos, nos mentimos a nosotros mismos porque la realidad es cruda, y dolorosa.
Juzgamos a la selección por “no trabajar en equipo”, pero los mexicanos se destacan por eso, por no trabajar en equipo, por criticar al otro. Criticamos a los deportistas como la gimnasta porque esta “gorda”, pero México es el primer lugar en obesidad… ¡Basta! No te resulta tonto hacer eso, quieres un cambio, comienza contigo, analízate, mira hacia adentro, ve qué no haces, “la educación es mala”, ponte a estudiar para que hagas un cambio, menos criticonería, más crítica (los estudiados entienden la diferencia). Hagamos un cambio desde adentro y camina conmigo, te invito a cambiar, ¡ven! Caminemos.





