Los nadies

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Columna Camina Conmigo

Eduardo Galeano escribió hace tiempo una poesía llamada “Los nadies” y creo que sirve mucho para lo que quiero escribir el día de hoy, cito:

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.

Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.

Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos.

Que no son, aunque sean.

Que no hablan idiomas, sino dialectos.

Que no hacen arte, sino artesanía.

Que no practican cultura, sino folklore.

Que no son seres humanos, sino recursos humanos.

Que no tienen cara, sino brazos.

Que no tienen nombre, sino número.

Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica Roja de la prensa local.

Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

Hace meses atrás dije que la pandemia estaba hecha para matar a pobres, y la gente se indignó, pero hasta la fecha es la verdad, podría asegurar que el 90% de la gente que ha muerto es pobre, y no hablo solamente de lo económico, sino de lo cultural, físico, espiritual y social, su pobreza es tanta, que cuando llegó Covid, los mató de una vez.

Y es que los pobres son vistos como nada, como nadie, como estorbos, como alimañas que se alimentan del gobierno, y que le sirven a éste a la hora del voto, pues con quinientos pesos, se pueden comprar miles de votos.

Los pobres, los jodidos, los rejodidos, aquellos que son olvidados por las clases altas, por los políticos, por los de arriba; ahora un poco vistos por el Presidente en turno, aunque no del todo… como uno quisiera aclaro.

Y es que como ya había escrito, el Covid sacó a la vista muchos de los huecos que tenemos como sociedad y como política; problemas desde abajo hasta arriba, es decir, desde la familia, hasta los gobernantes, todo está hecho un caos.

Y si las cosas son como dicen, y los costos de la vacuna son de más de ochocientos pesos, muchísimas personas no tendrán acceso a esta vacuna, pues apenas ganan para vivir, y supongamos, si son cinco miembros en la familia ya deberán pagar cuatro mil pesos, si la vacuna costara ochocientos pesos; o sea, que la tienen difícil, y otra vez, no sabrán cómo pagarlas.

Los nadies nos refleja la poca visión que tenemos los que por los menos se nos considera “alguien” y la poca humanidad que a veces reflejamos, porque puede haber muchas alternativas; como que aquellas familias que sin problema alguno puedan comprar la vacuna para sus miembros, que compren dos más para los que llaman los nadies, y comencemos a verlos como alguien; también que se pueda hacer como grupos para que ellos y los otros trabajen haciendo comidas, vendiendo frutas, o qué sé yo, y saquen para que los pobres puedan pagar su vacuna.

A estas alturas de la historia no deberían existir las ideas de que existen los nadies, y convertirlos en alguien, y enseñarlos a ser esos alguien que también son parte de la historia, y que son necesarios para la misma.

Los nadies, aquellos que hoy día, el Covid nos enseña, que necesitan de los alguien para las vacunas, y, para que los segundos, regresen a ser seres humanos.

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Por lo demás camina conmigo, te aseguro que tendremos memoria histórica y buscaremos cómo resolver esto. Hasta la próxima.

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