Marco Antonio Meza-Flores
Teólogo y Psicoterapeuta
Allá en la fuente había un chorrito, se hacía grandote, se hacía chiquito… Esta canción de Francisco Gabilondo Soler, conocido como Cri-Cri, es lo que parece que nos está pasando acá en algunas colonias de la ciudad, pues la COMAPA no da servicio y aunque uno les dice ellos comentan “no tener reportes de falta de agua”. Y es que en Villa Florida Sector B han sido ya dos semanas y dos días que, así como el chorrito, “se hacía grandote y se hacía chiquito”, así nos pasa con el agua, porque no llega el agua, y cuando llega, es un pequeño chisguete y sin presión que no alcanza a llegar a los tinacos.
Aunado a esto, las “pipas” llegan, pero la manguera no alcanza a las casas de dos pisos, ¡ok, la manguera alcanza! Pero no trae escalera, y uno debe andarlas cazando porque si no, se queda sin poder llenar, aunque sea cubetas; y el gobierno bien gracias, anda como la hormiga recogiéndose las enaguas, pero en este caso porque el pueblo ya no se calla, ya no sólo habla, sino se moviliza debido a la falta de trabajo del gobierno, y es que dicen “qué si se trabaja”, pero la pregunta es: ¿dónde?
Y las últimas movilizaciones del crimen organizado se han visto cada vez más salvajes, no se puede vivir así, sé que el pueblo debe hacer algo, como cambiar hábitos, pero “pagamos justos por pecadores”, porque muchos sí pagamos impuestos, no hacemos tranzas, no tenemos chanchullos en nuestras conexiones de luz o de agua, no tiramos basura en las calles, etcétera, tratamos de ser mejores ciudadanos y pagamos con este tipo de situaciones.
Y parece que nada pasa en esta ciudad, aunque todo pase, y aunque estemos cansados, y aunque se supone que “hay vientos de cambio”, parecen huracanes que rompen la fe, las ganas, a la ciudadanía, pero aquí seguimos, “estando de mal humor, porque la ciudadanía tiene calor”, y lo peor es que “ni chorrito, ni agua, ni quien voltee y nos ayude”, porque ni el Chapulín Colorado se aparece, ni el santo, ni nadie, solos estamos, peleando contra un sistema complicado, pero con la esperanza que algún día va a voltear y mirar lo que está haciendo.
Claro podría pasarme todo el escrito llorando como la Magdalena, pero es que sí da coraje, dos semanas y días sin agua, y que COMAPA se haga de la vista gorda, de “aquí nada pasa”, con el discurso ese de “déjenos el reporte” y se los deja uno y seguimos igual, sin agua, y ahora hasta sin ganas de pelear, ¡ah, pero eso sí, el recibo puntual y a veces muy elevado! Cansa, y cansa mucho.
Pues a ver qué pasa, porque la alcaldesa no se aparece, y mientras nos estamos quejando, se organizan fiestas y lisonjas, y no sólo lo que pasa en nuestra colonia, por la Cañada los vecinos se quejan de las aguas negras y nadie voltea a verlos, pero bueno, sigamos construyendo, o intentando hacerlo porque es lo que nos toca.
Por lo demás, camina conmigo, no te prometo que haya agua pronto, pero sí, que aprenderemos a unirnos para que esto ya no pase.