También es mi culpa… lo siento
Marco Antonio Meza-Flores
Teólogo y Psicoterapeuta
Los sucesos que vivimos la semana del martes 19 al jueves 21 de junio del 2018 en la ciudad de Reynosa fueron desastrosos en muchas colonias, gente que no perdió algunas cosas, sino todas sus pertenencias debido a las lluvias y a la falta de buen drenaje en la ciudad, y claro, podríamos señalar al último gobierno con una alcaldesa que ahora se quiere reelegir, pero si somos honesto, muy honestos, ella no es la culpable del todo…
¡Ah! ¿Cómo olvidarlo? Podríamos también señalar a los antiguos alcaldes de la ciudad, y decir que ellos no hicieron nada por arreglar el drenaje, sin embargo, ellos tampoco son culpables del todo…
O qué les parece si culpamos a las personas sucias que tiran basura en la calle; una bolsa de papitas, una lata de refresco, esto, aquello, ellos también contribuyen (y muchísimo) a que el drenaje no funcione bien, pues está tapado por la falta de educación en cuanto a la basura.
¡Claro! No podemos olvidar culpar a Dios por mandarnos este diluvio tan fuerte, que hizo que mucha gente tuviera que sufrir con tanta agua en su casa.
Pero siendo honestos, horrorosamente honestos, también es mi culpa, y lo siento.
¿Que por qué digo eso? Simple, ¿Cuántas veces he visto a personas tirar por la ventana de su automóvil una bolsa de frituras, un refresco, un vaso de café? ¿Cuántas veces he visto que las peseras llevan gente que arrojan su basura a la calle, es más, el mismo chofer hace eso? ¿Cuántas veces he visto estudiantes que tiran en la calle basura? Infinidad, y me quede callado, con la idea de “no es mi problema, yo no las tiro”; “no debo meterme en eso, no debo tener problemas”; o simplemente, lo vi y me volteé a otro lado, cómo que “la virgen me habla”, dice el dicho popular… muchas veces lo vi, e hice mutis.
No puedo olvidar mi formación teológica, en la Biblia, en el libro del profeta Isaías (para ser exactos), éste dice: “yo que soy pecador y vivo en un pueblo de pecadores”… deslindarme de mi responsabilidad ciudadana y humana es cobarde, sí, lo siento, yo también he contribuido a eso. Yo con mi silencio, con mi cobardía, con mi dejadez, al ver esto y no culturizar, o por lo menos concientizar a la gente del daño que nos estamos haciendo, la contaminación ambiental está matándonos lentamente y nosotros estamos haciendo mutis con eso, es tiempo de cambiar.
El 1 de Julio serán las votaciones, el país puede tomar un rumbo diferente, pero el 2 de Julio tú y yo seguiremos aquí, no esperemos los cambios del gobierno, hagamos nosotros los cambios, comencemos a concientizar a los demás, pero empezando con uno, no más basura en los drenajes, no más hacer mutis.
Una historia antigua dice, que en un pueblo de Japón que vivía sin que los rayos del sol les diera tanto, la gente por ende estaba endeble. Cierto día, un viejo, se molestó, tomó una cuchara de porcelana, y dijo: “quitaré esa montaña para que los rayos del sol nos den fuerza”. —los jóvenes se rieron y le dijeron ¿cómo lo harás? —Él contestó— ¡con esta cuchara! —Los jóvenes ahora sorprendidos preguntaron —¿y lo harás solo? — ¡Claro! —contestó el viejo—, alguien debe comenzar.
Y creo que es cierto, alguien debe comenzar, así que los dejó, debo limpiar la parte que me toca.
Sin más, Camina conmigo, te prometo que será un camino difícil, pero por lo menos estará limpio.
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