Columna Camina Conmigo

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Política o demagogia

Marco Antonio Meza-Flores

Teólogo y Psicoterapeuta

Actualmente, vemos pasar por las filas del gobierno más y más sinvergüenzas que sin piedad alguna saquean los bienes del pueblo; y es posible que siempre los culpemos a ellos, cuando en realidad, ellos, como nosotros los ciudadanos, tenemos responsabilidad de eso; ellos por lacras, y nosotros por dejados, por cobardes de no decir nada, o por seguir votando por la misma porquería.

Y es que es sorprendente como últimamente se ha puesto de moda en el ámbito político la idea de “ser independiente”. Podemos ver como algunos payasos se salen de su partido, “abandonan los colores” y dicen “hacerse independientes”, pero eso no es política, es demagogia.

La palabra Política proviene del griego, de una expresión que era “politiké techne” que quiere decir: “Arte de vivir en sociedad, arte de las cosas del estado, arte social”; actualmente “política” está desvirtuado, pues el que hace política debería buscar el interés social y no el privado, cosa que los políticos con bandera hacen, y aquellos que “se hacen independientes” también, los colores los llevan tatuados en la frente, sólo hay que observar con cuidado.

Demagogia proviene también del griego, pero ésta tiene dos vocablos, “demos” que se puede traducir como “pueblo”; y “ago” que quiere decir “conducir o guiar”; de ahí que la demagogia es “guiar al pueblo”. Pero cuidado, porque la demagogia apela a las emociones del pueblo, para ganarse el apoyo, el demagogo busca incentivar las pasiones, deseos, miedos o algo emocional del pueblo para conseguir el favor del mismo, como aquella persona que dijo en un comercial “están cansados de las balaceras, cansados de no tener seguridad, voten por mi…” y ganó; el problema es que no se ha visto nada de cambio, seguimos igual o peor, pero ganó no por política, sino por demagogia.

Hoy con la nueva modalidad de “independientes” muchos de estas lacras salen a hacer demagogia, por qué, simple; el pueblo está cansado de “pan con lo mismo”, de los partidos políticos, de los colores, de las ideologías de éstos, entonces “odian” todo lo referente a lo que ellos y ellas tengan que ver, usando o abusando de las emociones de las personas que ya están “hasta la madre” de los partidos políticos, pero no se dejen convencer mis estimados lectores, la idea es otra y está a la vista, seguir saqueando al pueblo, pero ahora con otra bandera, una bandera que no es todavía desvirtuada, pero que si sigue así lo será.

Un independiente es aquel que jamás ha hecho carrera política con un partido político, sino que sale de las filas del pueblo a hacer política real, es decir “buscar el interés social” y no el individual. Es muy interesante cómo el mismo INE (Instituto Nacional Electoral) en la página de ellos nos dice: “Los candidatos independientes son aquellos ciudadanos que se postulan a algún cargo de elección popular y que no pertenecen a un partido político, con ello ejercen el derecho a ser votados”. Pero que han hecho los políticos rastreros y lacras, salirse de las filas de su partido… o eso dicen, pues siguen siendo y haciendo las mismas tranzas que hacían, ¡NO SE DEJEN ENGAÑAR!

Kumamoto es el vivo ejemplo de alguien que jamás tuvo una bandera política, y ha hecho cambios reales, sustanciosos y sólidos; y lo mejor, sin robarle un peso al pueblo. ¿Si es tiempo de cambio? ¡Claro! Nuestra mentalidad debe cambiar, debemos leer, documentarnos y mandar a la jodida a esos independientes salidos de cuanta bandera haya, menos demagogia, más política.

Mientras tanto camina conmigo, o vota por mí. (?)