El poder de la naturaleza
Marco Antonio Meza-Flores Teólogo y Psicoterapeuta
Los últimos sucesos que acontecen no sólo en nuestra nación, sino en el mundo en general, han dejado muchas vidas y pérdidas en ciudades de todo el planeta.
Desde los huracanes, hasta el sismo ocurrido hace algunos días en el país, nos deben poner a pensar ¿qué está pasando? Posiblemente muchos crean que es un castigo divino por toda la permisividad que tenemos de la maldad que callamos; otros más culparán al mal gobierno (todavía no sé por qué, pero tendemos a culpar a los demás); unos pocos dirán que es parte del clima, que la tierra se está acomodando, etcétera; son pocos los que se sientan a reflexionar ¿qué diablos estamos haciendo con el planeta?
Siendo sinceros, el planeta que es un ser vivo, aunque nos cueste admitirlo, se está defendiendo, el calentamiento global, la excesiva tala de árboles, el desastre que hacemos cada que vamos a lugares tirando basura, y otras tantas cosas, están repercutiendo en la tierra, y parece que ésta nos dice “¡basta!”
No podemos darnos cuenta que no estamos aptos para combatir a la naturaleza, somos seres pequeños a comparación del gran poder que ésta tiene, y aun así Nos queremos poner con Sansón a las patadas, no se necesita mucho coeficiente intelectual para darnos cuenta que estamos haciendo las cosas mal, que estamos matando nuestros recursos naturales, y lo que es peor, que, a pesar de saberlo, lo hacemos conscientemente, ¡valga la forma de pensar de los llamados humanos!
Es otra vez tiempo de reflexión, pero en serio, no en broma, tiempo de levantar el trasero y ponernos a actuar a favor de la naturaleza, de apagar las luces que no usamos, de tirar la basura en botes, de plantar árboles, regarlos y abonarlos, de hacer consciencia madura de que podemos darle al planeta el doble de lo que le hemos quitado, basta con querer hacerlo y poner manos a la obra.
No esperemos a que la naturaleza se ponga todavía más violenta para decir “no sabía”, “hubiéramos hecho”, “¿por qué a nosotros?” ¡Basta! Es tiempo de acción, de hacer lo que nos corresponde, de no callar y accionarnos, es tiempo de comenzar a crear bifurcaciones al caos que nosotros mismos hemos construido.
Ya la naturaleza nos ha dado algunos golpes fuertes, ¿qué necesitamos? ¿Morir? No lo creo, hagamos de esto un lugar en donde todos y todas quepamos, pero que quepamos sin arrancarnos la vida, sin lastimar a la madre naturaleza, de todas maneras, siempre será más poderosa, así que dejemos de competir contra ella.
Por lo demás, camina conmigo, será un viaje placentero, sin huracanes y sin temblores… bueno, casi siempre.