Columna Camina Conmigo

Motivación y Disciplina

Una de las cosas que he visto en muchas de las personas es su falta de disciplina para hacer algo, comienzan muy motivados y cuando comienzan los problemas, los juicios, los señalamientos, la escasez, los dolores, etcétera, claudican, es decir, se rinden.

Motivación es una palabra latina, “motivus” que quiere decir “movimiento o mover” y el sufijo “ción” que habla de “una acción o efecto”, entonces motivación es “la acción de moverse”. Esta puede ser intrínseca o sea viene del ser interno, como sueños, autosatisfacción, autoaplauso y lógicamente la autoestima. Sin embargo, también está la extrínseca, o sea de afuera, como pareja, padres, hijos, algún mentor o maestro, amigos, hasta el dinero puede ser una motivación extrínseca.

¿Pero qué pasa con la gente? Por lo regular tiene mente de pobre, ya lo decía Cantinflas cuando le preguntaron sí entonces él era pobre, y dijo: “¡No! Sólo no tuve dinero un tiempo”, porque la pobreza es mental y de la misma forma la motivación lo es, pero no la disciplina, esa es un hábito.

Lo veo muy seguido en muchos de los estudiantes, algunos se esfuerzan por conseguir su título, estudian, se desvelan, hacen excelentes trabajos, leen (que es lo más importante), es decir, son disciplinados, pero al salir tienen miedo de especializarse y prefieren lo fácil (trabajo seguro) o no ejercen su carrera por temor a equivocarse.

Sin embargo, los flojos, que no leyeron, y es más, que hasta pagaron la carrera son más aventados (tienen motivación) y ponen sus consultorios y los más osados hasta sus centros, que en realidad si tuvieran tantita vergüenza se meterían a estudiar de verdad, pero no, así no es su inteligencia emocional debido a que éstos al ver que pueden hacer trampa y pueden robar o corromper el sistema se avientan a hacer cosas para ganar, ya sea dinero, respeto y hasta prestigio, pero su motivación es “el que no tranza no avanza”.

¿Qué con estos sujetos? Cuando conocen alguien que sí sabe, y que no le importan todos los “papeles” que digan que sabe, lo confrontan, lo ponen en jaque y su motivación comienza a caer, y no saben ni para donde irse, porque están siendo descubiertos, después se quejan, lloran o se victimizan porque “él malo, el tóxico, el que sí sabía los dejó en mal”, claro eso pasa pocas veces, pero pasa, algunos aprenden a leer, otros siguen haciendo de las suyas y unos más son derrotados.

Pero entonces ¿qué con los que estudiaron, leyeron y se esforzaron, pero tienen miedo de “aventarse” por aquello de “los errores? ellos, con una buena mentoría harían cosas increíbles, porque tienen algo que es mejor que la motivación “Disciplina”, y esa les ayudará para todo, sólo necesitan una buena guía.

La disciplina siempre le ganará a la motivación, porque la primera es un hábito difícil de tener, pero cuando se tiene, no se rompe; mientras que la segunda es muy linda, pero a veces con la verdad en la mano, con las circunstancias cae y no regresa, porque es difícil mantenerla, debido a que la vida es dura.

Así qué, mejor aprender a disciplinarte y te aseguro que esto será una buena motivación para salir adelante.

Por lo demás amigos míos, caminen conmigo, les aseguro que aprenderán disciplina, y en el proceso motivación para seguir avante.