Columna Camina Conmigo

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¿Dónde están los malos?

Marco Antonio Meza-Flores

Teólogo y Psicoterapeuta

Desde el punto de vista de la psicología clínica, y de la filosofía, el bien y el mal no existen; más bien, son el constructo social de donde nos desenvolvemos, es decir, lo que para nosotros está “bien”, es probable que para otras comunidades este “mal”, y viceversa; los conceptos “bueno” y “malo” se gestan en la sociedad en donde estamos, y toman fuerza de la misma. Sin embargo, existe algo que sí podemos ver “la maldad” de nosotros y de otros, y no sólo verla, vivirla.

En un pueblo gobernado, y sí, léase bien, “GOBERNADO” por el narcotráfico, es difícil no estar al pendiente de los sucesos que pasan día a día. Algunos con miedo; otros con desesperación; pero los que son un chingo (para no decir muchos… o era al revés, bueno, no importa) son aquellos que guardan silencio, pues a ellos “no les afecta” o tienen a alguien metido en esos asuntos.

¿Y ellos son los malos? Los “narcos”. No sé si ustedes sepan que muchas de estas corporaciones delictivas ayudan a los más necesitados, no con esto demerito lo que hacen, pero si le preguntamos a alguien que fue ayudado por algún delincuente sobre si es malo o bueno, creo que ya tenemos la respuesta.

Por otro lado, resulta que las “fuerzas armadas” conocidas como Ejército, los Marinos y la Policía Federal son peores que los de la mafia. Me ha tocado escuchar testimonios de personas que dicen cómo los que se supone deberían de defendernos tienden a lastimarlos, alguna vez los golpearon “nada más porque se les hizo sospecho”, ¡¿O sea cómo?! Simplemente porque “no le gustaste al agente te dio un golpe” ¡así es! Es la respuesta que me dan; otros los chocaron y las víctimas son los pobres agentes de la seguridad, aún y que éstos le chocaron de frente a la puerta del piloto o copiloto del ciudadano, los cuidadores del orden y la justicia(?) aseguran, y hasta juran que tú les aventaste el carro de frente, yo todavía pregunto ¿cómo se puede hacer eso? Si el choque fue de lado del ciudadano y de frente a sus camionetas; otras, porque son mujeres, me dicen de acoso en la calle, del “te llevo”, “por qué tan sola” y otras cosas que se supone ellos no deben ni pueden decir pues están para la seguridad del pueblo… o se supone.

Como dice un meme de las redes sociales “la ley y el orden” sólo se vive en canal cinco. Triste la realidad, sin embargo, la pregunta ¿dónde se encuentran los malos? Me sigue haciendo ruido, es verdad que las instituciones policiacas debería estar para proteger a los más necesitados, es verdad que muchos lo hacen, pero el grueso no… y la pregunta me sigue haciendo ruido.

¡Qué tal si vamos a un espejo y nos contestamos esa pregunta! Si somos honestos y nos remitimos a sólo contestar preguntas simples, ¿soy corrupto? ¿Me quedo callado con las injusticias? ¿Le robo a mis clientes? ¿Tiro basura? ¿Circulo en sentido contrario? ¿Me estaciono en lugares prohibidos? ¿Soy ético en mi trabajo? Infinidad de preguntas simples, que se responden con la verdad, pero que a veces son muy cortantes.

¡No sé! Creo que si nos preguntamos ¿dónde están los malos? Primero debemos contestarnos ¿por qué no hago nada por cambiar mis hábitos malos? Segundo mes del año, y ya comenzaste a hacer las cosas de la mejor manera.

Piénsale, y si te animas, camina conmigo, te aseguro que iremos dejando un lugar mejor de lo que lo encontramos, y en el proceso, se nos quita lo malo.

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