Columna Camina Conmigo

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Navidad ¿tiempo de paz?

Marco Antonio Meza-Flores

Teólogo y Psicoterapeuta

Tiempo de navidad, tiempo de regalos, de buenos deseos, de abrazos, de “te quiero” y si son muy osados, “te amo”, nuevas expectativas, de “felices fiestas”, pero ¿realmente aprendemos sobre la navidad?

En el mito cristiano (entendiendo que mito es la verdad matizada con la intervención de alguna deidad) la navidad donde nace el Mesías, el Cristo, Jesús para la raza; aquel ser que nos perdona nuestros pecados y nos promete una vida después de la muerte. En ese mito, se supone que la paz es algo activo, pero ¿por qué esperar hasta el 24 de diciembre para traer paz a nuestra vida? ¿Acaso no podemos hacerlo todos los demás días del año? ¿Acaso debemos vivir aislados de la paz, simplemente porque en “navidad” es su fecha? ¡No! Creo firmemente que no debe ser así.

Con la nueva ley de “seguridad interna” parece que estaremos más inseguros, ésta nos dice que las Fuerzas Armadas (el Ejército) intervendrá en las tareas de la seguridad pública en México, es decir, el ejército puede intervenir en manifestaciones hechas por el pueblo (¡claro! Dice que siempre y cuando no sean pacífica; pero esto es ambiguo porque a lo mejor ellos entienden pacífico diferente al pueblo) y no sólo eso, puede usar la fuerza si creen que eso es conveniente.

¡Tremenda tontería! Los que han leído saben bien que el Ejército es un grupo que jamás respeta los derechos humanos, es más, los pisotea y hace de éstos algo risible.

¡Ah, pero es tiempo de ser mejores humanos! Cómo va a ser esto, si en realidad parece ser que se nos orilla a ser peores, a siempre estar alertas de qué pasará. No sé, creo que se pierde mucho el tiempo en cosas superfluas, cuando en realidad podemos hacer cosas profundas, cómo atacar la pobreza, enseñando al pobre a ser creador de alternativas buenas para ellos, y que los hagan crecer, sin embargo, esto parece ser un sueño utópico.

La navidad, más que un mito social, debe traer nuevo nacimiento, no del Cristo, sino de nosotros, algo que nos haga renacer y hacernos crecer para ser mejores, así como el Ave Fénix, que se quema a sí misma y renace de las cenizas, tal cual, porque si no aprendemos a amar a los demás tal y cómo son, de qué sirve entonces nacer.

Navidad, es tiempo de creer, y de crear, de hacernos mejores personas, porque si no hacemos esto, en vano celebramos la navidad.

Más que una fiesta continua y sin sentido, debe ser algo real, vivido y vívido, porque somos seres iluminados, llenos de luz, llenos de paz y sobre todo llenos del Cristo que nos renueva y nos hace ser mejores cada día; ¡No sé! Creo que podemos ser mejores, o creo mucho en la humanidad; pero sobre todo creo que el Cristo, seamos ateos o creyentes, nos vino a enseñar algo importante, “ámense los unos a los otros, tal como yo amé al mundo”, es tiempo de reflexión y de creación.

Por lo demás camina conmigo, será una navidad, fantástica… ¡te lo afirmo!