Columna Camina Conmigo

En 1984 Columbia Pictures haría una película que marca un icono en las películas de karate, Karate Kid. La historia de un joven que vivía en Nueva Jersey y se cambia a la ciudad de los Ángeles por motivos de trabajo de su Madre.

Daniel LaRusso (Ralph Macchio), es el nombre del protagonista de esta historia, de madre soltera, con una posición económica baja, pero agradable el joven; se encuentra con el conserje del lugar en donde vivirían, éste, es un personaje japonés llamado Miyagi (Pat Morita).

En su primer día es invitado por otro joven de su mismo edificio a ir a la playa, donde conoce a Ali (Elizabeth Shue), una joven hermosa. En ese momento llegan unos jóvenes en motocicletas de familias acomodadas y liderados por el violento Johnny Lawrence (William Zabka), éste quiere hablar con Ali y ella lo rechaza entonces él rompe su radio, Daniel se mete y Johnny le da un gran golpe que lo deja noqueado.

El resto es posible que lo sepan, Daniel comienza a sufrir bulliyng por parte de los jóvenes motociclistas en la preparatoria, al grado de que en una fiesta de la escuela es atacado por ellos porque Daniel mojó al líder de los jóvenes y entonces aparece Miyagi y les da tremenda golpiza a los jóvenes para defender a Daniel con Karate Do, arte marcial de Japón. Daniel apenas consciente, se da cuenta lo sucedido, pero cae desmayado.

Miyagi ve como solución entrar al torneo de las artes marciales para que así Daniel deje de ser molestados por el grupo de Cobra Kai, dirigidos por el excapitán John Kresse (Martin Kove), éste último acepta el reto del señor Miyagi con la condición que nadie puede tocar a Daniel hasta el torneo.

Y qué con eso dirán algunos de los lectores, ¡Calma, no coman ansias! El día del torneo Daniel gana a pesar de todas las trampas que hacen los de Cobra Kai, y el Dojo Miyagi se hace famoso… así surge la leyenda de Karate Kid donde se hacen la trilogía con Daniel LaRusso, después se filma el nuevo Karate Kid con una joven mujer y en el 2010 el remake de Karate Kid uno, pero este con Kung Fu.

Pasaron muchos años y Netflix comienza a filmar la serie Cobra Kai, al principio es lenta, trata de la vida de Johnny y el porqué de su violencia, éste, ya adulto es un alcohólico, decide después de una epifanía volver a poner el dojo Cobra Kai, comienza a conectarse con la gente, pero resulta que ahora LaRusso es el rico, y es él quien comienza a hacerle Bulliyng a Joohny.

LaRusso le pone muchas trabas a Johnny para que destaque, pero éste se las ingenia para seguir adelante.

A qué voy con todo esto, cuando vi la película de Karate Kid tenía siete años, la he visto más de cinco veces en este transcurso de mi vida, es más cuando salió la serie, la volví a ver para empaparme de ella, antes de ver la serie de Netflix.

La serie nos enseña a no juzgar a “los malos”, pero también a no cegarte y volverte uno de ellos; LaRusso comenzó mal, juzgando, viendo desde sus perspectivas, señalando al que le hizo daño, no lo dejó cambiar, no le puso interés al otro, sólo dio por sentado que el otro siempre sería igual y que no cambiaría, sin embargo, se convirtió en eso que tanto odiaba, un bullying.

Nos enseña que, si conectamos con el otro, y le damos un sentido diferente, éste puede tomar consciencia y cambiar, y no sólo eso, puede tomar confianza y creer en él, porque eso hace el sensei Johnny, les da confianza a aquellos que, como él, han caído, pero les enseña que pueden levantarse.

Muchos de nosotros podemos caer en lo mismo, en la señalación, en el prejuicio, en no pensar que el otro o la otra puede cambiar, y no darles la oportunidad de cambiar, porque “siempre ha sido así”, pero si cambiamos nuestra visión, si dejamos de juzgar, si aprendemos a observar puede que Cobra Kai no sea el enemigo, al contrario, sea un aliado que puede cambiar el mundo.

Pero cuidado, también enseña que hay personas que no pueden ceder y cambiar como John Kresse, que no sana, y no quiere sanar su pasado, y en lugar de eso, busca la manera que otros u otras lo vivan, haciendo de esto, unas guerritas internas y externas, que lastiman a todos y todas.

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Por lo demás camina conmigo, te puedo afirmar que veremos al otro desde el otro, y no desde el pasado.  Hasta la próxima.

Cobra kai - Columna Camina Conmigo