Cierran zona de arrecifes en Cozumel

Por Milenio

Las autoridades de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) en Cozumel decidieron cerrar el acceso a turistas a algunos de los arrecifes más populares de la isla a causa del síndrome blanco, una enfermedad que está matando masivamente los corales en el Caribe mexicano.

El cierre parcial del Parque Nacional Arrecifes de Cozumel es parte de las estrategias que las autoridades están tomando para proteger los corales que están siendo afectados rápidamente por el síndrome blanco, un padecimiento que se detectó inicialmente en Florida en 2014.

En México se presentó por primera vez en los arrecifes de Puerto Morelos a 45 kilómetros de Cancún y para octubre de 2018 llegó a Cozumel. La Conanp ha documentado que en mayo de 2019 el 30 por ciento de los corales en la isla del Caribe estaban afectados y para agosto el porcentaje ya se había incrementado rápidamente a 42 por ciento.

Los arrecifes que cerrarán al público a partir de la segunda semana de octubre son Palancar Herradura, Jardines Palancar, Cuevas Palancar, Palancar Ladrillos, Colombia 2 y Cielo. Hoy la Conanp anunciará una serie de medidas que se tomarán de manera coordinada con prestadores de servicios e investigadores para enfrentar la emergencia.

El propósito es disminuir la contaminación que generan los químicos que derivan de la actividad turística desde las gasolinas de las embarcaciones hasta los bloqueadores solares para la piel.

“A mí me da mucha tristeza saber que soy la última generación que va a ver arrecifes saludables, nuestros hijos ya no los van a ver”, asegura Brenda Hernández, subdirectora Parque Nacional Arrecifes de Cozumel. Lorenzo Álvarez, investigador del Instituto de Ciencias del Mar de la UNAM, asegura que de las 50 especies de coral alrededor de 30 están siendo afectadas por el síndrome blanco.

“De esas que están siendo afectadas más de la mitad a muerto”, asegura Álvarez. El padecimiento se caracteriza porque el coral pierde su tejido. Si extrapolamos los síntomas a un humano equivaldría a una persona con lepra a quien se le desprende la piel. Los corales pierden el tejido y se ve el esqueleto de carbonato de calcio.

“Es como si te haces una herida y se te ve el hueso”, explica Maricarmen García Rivas, directora del Parque Nacional Puerto Morelos, una de las biólogas que detectó la enfermedad en el Caribe junto con Álvarez. Hasta ahora los investigadores no saben cómo curar al coral ni qué es lo que está enfermando.

Hoy la Conanp en Cozumel tendrá una primera reunión de trabajo con los prestadores de servicios que se verán afectados por el cierre parcial de los arrecifes para explicarles la ruta de acción.