Habrá Clásico Nacional en los cuartos de final de la Copa MX. Chivas pasó aceite, sufrió, vino de atrás y con dos goles en el segundo tiempo le dio la vuelta a un San Luis que vendió cara la derrota.
Chivas no mostró su mejor versión, pero salió adelante en esta etapa. El sufrimiento fue excesivo tomando en cuenta el rival, lo mejor es que se ganó, pero no habrá tiempo para lamentos que el sábado reciben a Rayados de Monterrey.
Chivas 2, Rayados 1.
El primer tiempo fue una calca de otros partidos de Liga. Chivas siendo mejor, llegando, tendiendo el balón y el rival le alcanzó con una para hacer daño.
Cuando el Chiverío dominaba y controlaba las acciones del duelo, llegó una gran jugada de Noé Maya, el experimentado jugador del San Luis, con una jugada individual se quitó de encima a Miguel Basulto y a Gilberto Tiba Sepúlveda, Maya adelantó el balón y le pegó con fe, con colocación y potencia para anudarla cerca del ángulo izquierdo de Miguel Jiménez. Golazo del San Luis que dejaba helado el estadio rojiblanco.
Los locales tuvieron de menos cuatro claras en la primera parte, un remate por encima de Ronaldo, dos disparos de Alan Pulido y uno más de Gilberto Sepúlveda en un tiro de esquina que Dionicio Escalante desvió milagrosamente a tiro de esquina. Con la ventaja en el marcador por la visita acabó el primer tiempo.
Para el segundo tiempo el conjunto tapatío mandó toda la carne al asador, metió a Dieter Villalpando y a Memo Madrigal para buscar igualar el partido, después el silbante Óscar Mejía hizo su parte, al minuto 52 expulsó a Orlando Sánchez y dejó a los potosinos con 10 jugadores.
El Rebaño en Copa es igual que en Liga, todo el peligro surge de los pies de Isaac Brizuela, al minuto 60 le puso medio gol a Pulido quien remató de cabeza al poste y se salvó el San Luis.
Al 62 llegó un penalti contra Isaac Brizuela y desde los once pasos Alan Pulido empataba el juego al 64, ante el descontento de Poncho Sosa quien argumentaba que lo estaban robando.
El Rebaño le dio la vuelta a la historia con un poema de gol. Centró a Memo Madrigal quien de cabeza le bajó el balón a Villalpando, el canterano de Pachuca se perfiló y disparó con elegancia y la colgó al ángulo izquierdo del portero Salcedo.
Golazo de Villalpando, demostrando por qué lo ficharon y sacando adelante un juego que se había complicado al máximo.
Ahora el Rebaño tendrá días de alto desgaste mental. Dos clásicos nacionales en la misma semana, a matar o morir contra el América.
