POR AGENCIAS

JERUSALÉN.- El primer ministro Benjamin Netanyahu denunció el discurso “sesgado” contra Israel que pronunció ayer  el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, en relación con el conflicto árabe-israelí.

Previo al discurso de Kerry, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, condenó la postura del actual mandatario estadunidense, Barack Obama, hacia el Estado de Israel.

“No podemos seguir permitiendo que Israel sea tratado con tanto desprecio y total falta de respeto. Ellos solían tener un gran amigo en Estados Unidos, pero…”, dijo el republicano en Twitter.

Además, Trump acusó a Obama de levantar barreras “incendiarias” durante la transición del poder.

El mandatario electo añadió que está “haciendo lo posible por ignorar todos los comentarios provocadores y obstáculos del presidente (Obama). Creía que iba a ser una transición fluida – (pero) NO!”, escribió en Twitter.

Aunque, horas más tarde Trump aseguró que habló con Obama y consideró que la transición va “muy bien”.

“Él me llamó. Tuvimos una buena conversación”, señaló Trump ante la prensa en West Palm Beach. Cuando los periodistas le preguntaron si creía que la transición iba bien, respondió: “Creo que muy bien, ¿no creen?”.

Por su parte, Netanyahu, agradeció al Presidente electo de Estados Unidos “apoyo incondicional” a Israel.

Y por el contrario, arremetió contra Kerry acusándolo de estar “más preocupado por las colonias que por el terrorismo” luego de que el funcionario estadunidense advirtiera que elementos de “extrema derecha” del gobierno israelí están llevando a ese país hacia una “ocupación perpetua” de tierras palestinas y a un solo Estado.

Kerry comparó la construcción de viviendas en Jerusalén y el terrorismo palestino, afirmó Netanyahu. La condena del secretario de Estado norteamericano al terrorismo fue simplemente algo “de dientes para afuera”, sostuvo.

“Si el gobierno estadunidense hubiese combatido el terrorismo palestino como la construcción de viviendas en Jerusalén, entonces tal vez la paz habría tenido una oportunidad”, aseveró Netanyahu.

“El jefe de gobierno israelí enfatizó que “no nos dejamos dar enseñanzas por nadie”.

Kerry presentó en seis puntos su visión para poner fin al conflicto, poniendo como base la solución de dos Estados sobre las fronteras de 1967, procediendo a “intercambios equivalentes” de territorio, por consentimiento mutuo.

Jerusalén debe ser la capital para los dos Estados, dijo el secretario de Estado. El acuerdo debe cumplir con las necesidades de seguridad de Israel. Además, Kerry pidió un final completo de la ocupación, la desmilitarización de los palestinos, así como una compensación por el problema de los refugiados.

Pero “si la opción es un solo Estado, Israel puede ser judío o democrático –no puede ser ambos–, y nunca podrá estar realmente en paz”, apuntó el diplomático estadunidense.

“¿Cómo puede Israel conciliar su ocupación permanente con sus ideales democráticos”, se preguntó Kerry. “Nadie que piense seriamente sobre la paz puede ignorar la realidad de la amenaza que los asentamientos presentan para la paz”.

Ese choque de declaraciones surigió luego de que el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas adoptó, la semana pasada, una resolución en la que demanda el fin de la construcción de asentamientos israelíes.

La medida se aprobó porque Estados Unidos, en una ruptura con su tradicional postura de proteger diplomáticamente al Estado hebreo, no hizo uso de su poder de veto, lo que desató en  tensiones entre los gobiernos israelí y estadunidense.