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La covid-19 está campando a sus anchas en Extremadura, España. Ese es prácticamente el mensaje que el consejero de Sanidad, José María Vergeles, ha ofrecido este miércoles tras la reunión del Consejo de Gobierno.

La situación actual es “complicada” con una incidencia acumulada que en esta jornada alcanzará los 460 casos a los 14 días y con previsión de que siga al alza, puesto que la tasa a los siete días es de 269 casos, más del 50% que a las dos semanas.

La tasa de positividad de las pruebas diagnósticas que se realizan es del 9%, la cifra más baja de la península pero por encima de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es del 5%.

Con estos datos, Vergeles ha explicado que no se están diagnosticando todas las infecciones que realmente hay porque hay una “transmisión comunitaria descontrolada” en Extremadura. “No es de extrañar que muchas personas que dan positivo se pregunten cómo se lo han cogido porque estamos conviviendo con el virus”, ha apuntado.

Por ello, el consejero ha afirmado que uno de los objetivos de Sanidad es “intentar” que la incidencia no tenga repercusión sobre la ocupación de los hospitales. Este miércoles se comunicarán diez nuevos ingresos, pero se han dado el mismo número de altas en las últimas 24 horas y no ha ingresos en la UCI. Por lo tanto, las personas hospitalizadas se mantendrán en 62, cinco de ellos en cuidados intensivos.

Vergeles ha puesto en valor el número de pruebas diagnósticas que realiza el Servicio Extremeño de Salud (SES) como herramienta para “adelantarnos al virus” y que los contagios no acaben en los hospitales. Así, la tasa de pruebas es de 3.295 por cada cien mil habitantes, bastante por encima de la media nacional (2.448 pruebas). El 95% de ellas detecta casos asintomáticos.

POR AGENCIAS