Por Excélsior

Cientos de miles de personas abarrotaron la Plaza de la Revolución de La Habana poco antes de que se inicie el masivo homenaje póstumo que la capital cubana ofrecerá a Fidel Castro antes de que a primeras horas de mañana sus cenizas partan por carretera hacia la ciudad de Santiago.

Aunque las autoridades cubanas no han ofrecido datos sobre el número de personas que se han congregado en la céntrica Plaza de la Revolución, el lugar tiene capacidad para acoger a más de 1 millón de personas.

La población de La Habana se cifra en algo más de 2.1 millones de personas.

Además de los habaneros, al homenaje póstumo al que fue el máximo líder de Cuba durante más de 45 años asistirán decenas de jefes de Estado y Gobierno de todo el mundo, así como representantes de alto rango de otras decenas de países.

Entre los dignatarios que han llegado a La Habana para asistir al homenaje póstumo se encuentran, entre otros, los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; Bolivia, Evo Morales; Ecuador, Rafael Correa; Nicaragua, Daniel Ortega; Panamá, Juan Carlos Varela; El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; y México, Enrique Peña Nieto.

En los dos últimos días, centenares de miles de personas han desfilado por el Memorial José Martí, situado en la Plaza de la Revolución, para rendir sus respetos a Castro.

Tras la muerte de Fidel Castro el pasado viernes, a los 90 años de edad, las autoridades cubanas decidieron instalar en el Memorial tres retratos del fallecido líder en otras tantas salas del monumento, para que los cubanos pudieran ofrecer sus condolencias.

Mientras, las cenizas de Castro han estado depositadas en el cercano Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), en una sala a la que solo han accedido los más allegados al exmandatario y también los miembros de la cúpula política de la isla.

A primera hora de este miércoles, las cenizas de Castro iniciarán su último viaje por carretera de La Habana a Santiago de Cuba, siguiendo el recorrido inverso que Fidel realizó en 1959, cuando triunfó la Revolución, para llegar al poder.