2016 el año de la incertidumbre
Fernanda Treviño Mendoza chica

Estamos despidiendo este año, que ha sido de contrastes, de cambios, de giros inesperados, pero también de esperanza, de confianza en un futuro mejor.

Desde su inicio se veía venir con muchos cambios y nuevos comienzos, por algo es bisiesto, hay que recordar que la Iglesia Católica lo declaró el año de la misericordia; y a pesar de ello el mes de enero 2016 Corea del Norte le dio la bienvenida detonando por primera vez una arma nuclear, una bomba de “Hidrogeno”.

La sociedad mundial se encuentra en crisis, la violencia crece y se extiende por más países, los más golpeados por esta, son los de Oriente Medio, donde un grupo de yihadistas promueven la Guerra Santa matando a todos aquellos que consideran infieles a sus creencias desde chiíes, suníes, yazidies, hasta los cristianos que son los más perseguidos, son obligados a abandonar sus ciudades, son asesinados en masa, desde niños decapitados, mujeres violadas y asesinadas, hombres ahorcados, crucificados, empalados; todo esto con el objetivo de instaurar y expender el Estado Islámico.

Al mismo tiempo en nuestro país se percibe una inminente crisis económica y un gobierno que pretende maquillarla promoviendo y dando a conocer irreales cifras de avances y crecimiento de empleos, tratando de ocultar el mal manejo de los recursos y las fallidas Reformas, que lejos de ayudarnos detonaron en crisis.

Este año transcurrió entre captura de capos de la droga y jefes de grupos delincuenciales, a lo largo y ancho del territorio nacional, pero la inseguridad y los efectos colaterales que generan estas acciones se mantienen.

Siguen creciendo los asesinatos masivos, familias completas, secuestros, levantones, etcétera, que no se dan solo por el control de territorio, también se han detonado por la falta de fuentes de trabajo, en consecuencia el crecimiento de la pobreza en los sectores más vulnerables de la sociedad, las familias no completan para suplir siquiera los productos de primera necesidad.

Otra característica del año que termina es la de los servidores públicos y ex gobernantes huyendo de la poco confiable justicia mexicana, con sus cuentas bancarias repletas de dinero producto de lo robado al erario público, patrimonio de todos los mexicanos trabajadores, obreros que entre deducciones y retenciones al salario  hacen sus aportaciones, pequeñas y medianas empresas que generan empleos y pagan sus impuestos.

Cabe hacernos la pregunta ¿Qué diferencia existe entre un narcotraficante que trasiega y vende drogas a quien decida consumirla, y un político, gobernante o servidor público que, bajo la buena fe de la población que convencida con promesas de campaña, lo llevan al poder, y este roba y saquea el presupuesto que debe administrar?

No menos importante en este año hubo elecciones en el vecino país Estados Unidos de Norteamérica celebradas el pasado 8 de noviembre donde resultó ganador el Empresario Republicano de Nueva York; Donald Trump, quien planteo en sus propuestas de campaña la construcción de un muro fronterizo con México, entre sus limitadas propuestas económicas incluye la renegociación y/ o disolución del Tratado de Libre Comercio entre Canadá, EU y México vigente desde 1994. Hay que tomar en cuenta que México es el  tercer socio comercial del país que gobernará Trump, después de Canadá y China.

Nadie asegura que vaya ocurrir esta disolución, pero si ocurriera ¿estamos preparados para afrontar las consecuencias que generaría?

Como ciudadanos podríamos empezar a poner más que un granito de arena, necesitamos apilar nuestras piedras para edificarnos más fuertes y estables, si queremos un mejor futuro para nuestros hijos y seres queridos, más y mejores oportunidades, tenemos que fomentar el respeto y la bondad para los demás, pues si yo cambio, mi entorno cambia.

Debemos fomentar el respeto y amor por esta linda tierra, cuidando nuestro hermoso país, que es el único que si es nuestro y con pésimas actitudes lo empobrecemos y deterioramos, quitándonos el valor ante el extranjero que en consecuencia nos desprecia.

Son pequeños cambios, simples acciones que pueden hacer la diferencia. Que tengan un mes de diciembre colmado de amor, unión, armonía y paz. Bienvenido el niñito Jesús ¡Feliz Navidad y muy prospero año nuevo!

¡Ciao!