CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Los hijos de madres en la cárcel, son considerados un grupo vulnerable, que requieren de urgente atención para mejorar sus condiciones, en la actualidad dentro de cuatro Centros de Ejecución de Sanciones (CEDES) hay una población de 16 menores con su madres.
Jorge Alberto Sauceda, especialista en prevención del delito y reinserción social, dijo que además hay tres mujeres embarazadas, dos de ellas en el CEDES de Reynosa y una en el de Victoria.
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Mientras que la población infantil se encuentra ubicada en 4 de estos centros, 7 en Reynosa, 1 en Matamoros, 6 en Victoria y 2 en Altamira, solo en el CEDES de Nuevo Laredo no hay población infantil con sus madres.
En ese sentido, dijo que por ley, los infantes pueden estar con sus madres en el interior de un centro de reclusión de recién nacidos hasta los 3 años, una vez pasado este período se les busca apoyo para que estén con un familiar directo.
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Sin embargo cuando no se cuenta con quien entregarlos para que se integren a una familia, son canalizados al Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF); para su atención inmediata en las casas hogar.
Cuando los menores se encuentran en el interior de las cárceles, se trabaja con sociedad civil y autoridades para dotar a los infantes de ropa, alimentación, calzado, incluso educación.
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Los niños adentro enfrentan situaciones difíciles, por temas de violencia, de hostilidad, y porque no son centros creados para niños y niñas, tienen otro objetivo y se han ido adaptando en base a reformas de ley.
“Como ustedes saben, los penales de Tamaulipas por muchos años han sido sinónimo de violencia y sinónimo de incidentes al interior, hemos encontrado un sistema penitenciario que le hace falta mucho amor y mucho cariño”.
Por Nora Alicia Hernández Herrera
