De cerrarse la frontera entre México y EU, el país dejaría de exportar por vía terrestre alrededor de 808 millones de dólares diarios, según datos del Buró de Transporte de esa nación.
Al mismo tiempo, México dejaría de adquirir bienes que el año pasado alcanzaron un valor promedio, al día, de 567 millones de dólares, provenientes de EU.
Del valor total de los productos mexicanos que entran a EU, 85 por ciento entra vía terrestre según muestran los datos.
En cuanto a las importaciones, 44 por ciento, medido a través de su valor, llega a México por vía terrestre.
En un principio, las afectaciones inmediatas de los primeros días sería el desorden logístico que se causaría en las aduanas, pues los envíos podrían seguir llegando, acumulándose y no encontrarían salida, refirió Rafael García, especialista en temas de comercio internacional y competencia económica de la UNAM.
Hay productos que correrían mayor riesgo, como los alimentos, pues son perecederos, añadió.
Pero si el cierre es extenso, México tendría consecuencias en su sistema económico, financiero y cambiario, dijo García.
“Si bien es un problema político para nosotros puede tener consecuencias económicas y comerciales”, afirmó.
